5 razones por las que aprender un idioma en una estancia en el extranjero

Aprender un idioma siempre es una buena decisión, y más aún cuando decides estudiarlo en el extranjero.

El mero hecho de aprender una nueva lengua, te aporta beneficios personales y cognitivos que te enriquecen como persona. Se activa el cerebro, aumenta la facilidad para aprender nuevos idiomas, mejoras tus habilidades y abres tus puertas al mundo.

No obstante, resulta difícil aprender un idioma cuando tu entorno no lo habla y solo lo pones en práctica en horas de clase. La mejor manera de acelerar este aprendizaje es viviendo una temporada en otro país, en el que no tienes más opciones que comunicarte en la lengua nativa.

¿Por qué aprender un idioma en una estancia en el extranjero?

Seguramente habrás pensado en esta pregunta más de una vez, y te habrás planteado seriamente las ventajas y desventajas de estudiar en el extranjero. En este post te damos 5 razones por las que apostar por esta experiencia:

1. Acelera el aprendizaje

Vives una inmersión lingüística total que acelera el aprendizaje del idioma. Estudiar en el extranjero te obliga a interactuar con personas nativas día tras día, de manera que mejoras notablemente el acento y la fluidez sin darte cuenta.

El secreto está en el aprendizaje constante. En cualquier situación cotidiana tienes que poner en práctica la expresión oral: ya sea comprando, en el médico, viendo la televisión, en la calle… Básicamente, ¡pensarás en otro idioma!

Además, esta incesante interacción con las personas y la cultura del país, también hacen que aumente tu vocabulario y tus expresiones. La segunda razón por la que aprender un idioma en el extranjero.

2. Enriquece tu vocabulario

El hecho de estar en varios contextos hace que adquieras un vocabulario más amplio y rico, así como que conozcas expresiones coloquiales para incorporar a conversaciones más informales.

Después de tanto tiempo, el oído también se acostumbra al acento de los nativos, por lo que poco a poco consigues una pronunciación más natural y fluida.

3. Conoces gente nueva

No solo vuelves a casa con un nuevo idioma, ¡sino que también vuelves con nuevas amistades y vivencias! Es una de las experiencias más enriquecedoras que te llevas después de haber estudiado una época en el extranjero.

Además, entre las nuevas amistades siempre hay personas de varios países con los que mantener el contacto y seguir conversando en el idioma aprendido.

4. Viajas y conoces una cultura diferente

¿A quién no le gusta viajar? Estudiar en el extranjero te permite viajar y conocer nuevos lugares mientras aprendes un idioma.

Visitas nuevos lugares, conoces culturas muy diferentes, te relacionas con personas de todos los países, descubres nuevos sabores… ¡Vives momentos tan divertidos que se te olvida que estás estudiando!

5. Creces personalmente y profesionalmente

Después de tu estancia de estudios en el extranjero, volverás con la mochila llena de experiencias, recuerdos y habilidades. A nivel personal, vuelves conociendo una cultura muy diferente a la tuya y con vivencias y personas que nunca olvidarás.

A nivel profesional, esta experiencia te abre muchas puertas tanto en el ámbito educativo como profesional. Estudiar en el extranjero te garantiza un excelente aprendizaje del idioma, con lo que podrás acceder más fácilmente a proyectos y objetivos profesionales.

Aprender un idioma en el extranjero

Entonces, ¿por qué aprender un idioma viajando a otro país? Porque el aprendizaje es más rápido, vives una inmersión lingüística total, amplias el vocabulario y expresiones, consigues fluidez en las conversaciones, y descubres un país y una cultura nueva.

¿Todavía te faltan razones?

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